La natación es un deporte altamente recomendable a personas de todas las edades, pues es uno de los pocos que existen capaces de ejercitar gran parte del cuerpo humano.
Este deporte labora y ejercita los músculos, al mismo tiempo que trabaja con la coordinación motora, el sistema circulatorio y respiratorio, crea independencia mientras genera autoconfianza.
Al practicar esta disciplina desde pequeños, se desarrolla la capacidad cardiorespiratoria, obteniendo mejor provecho de la alineación, postura y la coordinación de los músculos, proyectando además la capacidad sensorial y psicomotriz.
Contenidos de la Página
La natación y el desarrollo físico de los niños
- Mejora el sistema cardiorespiratorio, reduciendo los riesgos de sufrir enfermedades cardiovasculares.
- Mejora el control del peso corporal, previniendo la obesidad. Garantiza un correcto desarrollo físico.
- Incrementa resistencia, coordinación, equilibrio y conocimiento de espacio.
- Mejoran el apetito.
- Permite gastar la energía de una manera sana y divertida.
- Promueve la relajación del cuerpo, manteniendo la sensación de bienestar.
- Incrementa la fuerza mediante el ejercicio constante.
- Mejora la capacidad del sistema respiratorio y regula la circulación sanguínea.
Beneficios de la natación para niños y el desarrollo psicológico
- Como están en constante crecimiento y desarrollo, es necesario que los niños tengan un espacio de relajación y tranquilidad.
- Reduce la ansiedad debido a su cercanía con el agua, donde realizan ejercicios de coordinación y respiración.
- Autocontrol: la natación exige coordinación entre la mente y cuerpo, además de respirar. Explorando autocontrol, mejora la conducta y comprensión del mundo.
- Mejoran carácter y conducta.
- El bebé se divierte aprendiendo, lo que permite una saludable formación.
La natación infantil y el desarrollo social
- Socialización: afianzan buenas relaciones en su entorno, haciéndolas equilibradas y constructivas.
- Juegos compartidos: se produce una excelente estimulación que beneficia al bebé, pues a partir de juegos aprenden a nadar.
- Diversión y espíritu de juego: se basa en el comportamiento del nadador, incluyendo las actitudes y habilidades, aplicando sus conocimientos y reglas. Mantienen una actitud respetuosa y positiva con sus compañeros.
- Conductas de autocuidado: el niño cuida su cuerpo a partir de actividades físicas y alimentación saludable para un excelente desempeño.
- Convivencia: En la piscina aprenden a convivir y realizar actividades conjuntamente con otras personas.